
James Brown consiguió que generaciones y generaciones sudásemos(y seguiremos haciéndolo en el futuro) al ritmo de su música. Sus ritmos trepidantes generan una especie de trance que invita al desfase. En cuanto suena Sex machine es imposible quedarse parado y no saltar a la pista de baile.
Su estilo se basa en un formidable colchón rítmico sobre el que James canta con su incendiaria voz al estilo de los mejores cantantes de soul y gosspel. Para conseguir ese sonido compacto siempre se rodeó de una orquesta de sólidos músicos, como por ejemplo Maceo Parker.
ULTIMA HORA. A James Brown no hay quien lo entierre. Parece ser que tenía tanto ritmo en la sangre que a día de hoy aún no han podido enterrarle y se empeña en seguir de gira. El infierno puede esperar.
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2 comentarios:
Mira que es trist aixo de les disputes per l´herencia.... en fi quedem-nos amb la musica!!!
I feel goood!!!
No es que no le hayan enterrado, es que le han desenterrado para que le puedan hacer una prueba de paternidad. Jodeeeerrr!!!!!
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